MALLOS DE AGÜERO            

Agüero es el municipio más occidental de la provincia de Huesca. Se llega a el por un desvio de 4,5 km. de la carretera de Huesca a Jaca pasado el puente de Murillo de Gallego.

Es un bonito lugar que ya nos encandilo a primera vista desde  el alto que hay antes de llegar al pueblo .

Lo más llamativo son sus mallos que compiten en belleza con los de Riglos pero que son menos conocidos por estar escondidos en este rincon de la sierra de Santo Domingo.

 Bonita iglesia románica pero en mal estado de conservación.

Calles estrechas

Ambiente de mallos por todo el pueblo.

Las casas están rotuladas con el nombre tradicional de la familia

En la parte alta del pueblo y en dirección este, encontraremos indicadores para iniciar nuestras rutas.

Agüero desde las alturas

De frente los mallos de Riglos, nos separan la carretera, la vía del tren y el río.

Cuando nos vamos, la última foto de despedida.

El Valle de los Penitentes

jueves, 7 de enero de 2010

VALLE DE LOS PENITENTES

Situado en la sierra de Codes, el Valle de los Penitentes es la ruta elegida para ascender al Yoar, de 1.419 m. de altitud.

El recorrido es de unos 8 km. y su duración de tres horas.

Iniciamos el recorrido en la localidad de Azuelo donde dejamos el vehículo.Salimos de pueblo en dirección a la sierra y pronto encontraremos una pista que en dirección oeste nos acercará al comienzo de la ascensión donde hay una fuente.

Giramos a la derecha y aquí ya se acabó la tranquilidad, poco a poco el camino se va  empinando, tenemos que remontar un barranco y tendremos cuidado en no perder de vista los hitos de piedra que nos llevarán por el trazado mas accesible. Conviene llevar las manos libres, si hace frió con guantes ya que las necesitaremos  en algún momento para poder progresar.

El desnivel que salvaremos en este tramo es de unos 600 m. y nos llevará en torno a 50 ó 60 minutos pues hay que tomarlo con calma. 

De vez en cuando volveremos a vista atrás para contemplar la progresión de la subida y las agujas de piedra que flanquean el ascenso y vamos dejando atrás.

Al final del barranco el panorama se abre, ya podemos contemplar la cima del Yoar que distinguiremos fácilmente por la gran antena  instalada en la cima y es el momento de echar un trago ( de agua, claro).

Desde la cima podemos contemplar en dirección norte a nuestros pies la localidad alavesa de Santa Cruz de Campezo, el valle navarro de Lana y seguida la sierra de Lóquiz.

Mirando al sur los pueblos navarros del valle de La Berrueza.

El regreso lo hemos hecho siguiendo la dirección que traíamos por un camino que rápidamente nos descabalga de la sierra y nos planta en el monasterio de Codés donde unos presuntos cazadores han almorzado opiparamente en su bar y están echando una partida de cartas.Nosotros modestamente nos conformamos con un café.

De aquí al coche solamente tenemos que seguir una pista que entre encinas nos devuelve al pueblo de Azuelo.